lunes, 2 de septiembre de 2013

HOMENAJE A MIGUEL ANGEL BUSTOS - colocación placa puerta de la casa en la que fuera secuestrado en 1977.

Palabras para Miguel Ángel Bustos

Por Alejandro Ricagno



(Texto leído el 31 de agosto de 2013, en ocasión de la colocación de un Baldosa por la Memoria en    la vereda del domicilio de Miguel Ángel Bustos, donde fue secuestrado el  30 de mayo de 1976, en Hortiguera 1529)

En 1977 compré en una librería de Quilmes un ejemplar de Visión de los hijos del Mal,  de Miguel Ángel Bustos, editado en 1967. Puedo decir que lo devoré. Su poesía me golpeó como un cuchillo de luz. No sabia que por entonces Miguel Ángel era arrebatado por los perros asesinos hacia las sombras Por años llevé en mi costado la voz de aquel que “no veía, comía resplandores”
Tiempo más tarde supe de su secuestro y desaparición, de su compromiso militante, en Acto y  Palabra. Y también, comprobé  con los años, con estupor, que incluso en épocas de democracia su palabra también era victima de desaparición, de silencio.
Parece que así sucede cuando el Verbo es un fulgor excesivo, sobre todo en tiempos cuya luz poética es aquella  de la brillantina y los fuegos artificiales.
Pero los fuegos artificiales se apagan pronto, y solo resta entonces lo Verdadero. Para que “todo nos mire sin párpados” como  cantó  Miguel Ángel, “para que se alce dulcísima de pechos salvajes la voz del sueño sin Tiempo".

Y acá estamos Miguel Ángel, están los amigos, los compañeros, está tu hijo Emiliano, que cobijó como padre y madre tu memoria, y tu voz libremente salvaje, el que rabia y rabió. Y están los Guardianes de la Memoria, guardianes sin rejas ni candados, de la memoria tuya y de la de Tantos, sembrando memoria de Futuro.
Y acá estamos Miguel Ángel
Y estaremos Siempre.

Hasta que se sea colmada de JUSTICIA la eternidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario